Los testículos:
Los testículos o gónadas masculinas, también conocidas en el argot popular con el apelativo de «huevos», son las dos glándulas sexuales masculinas. Están ubicados debajo del pene, entre los dos muslos. El hecho de que estén situados por fuera tiene una explicación lógica y fisiológica: para que puedan funcionar correctamente necesitan estar a una temperatura inferior a la del interior del cuerpo. Realizan una doble función: reproductora y
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hormonal. Por un lado, están destinados a fabricar las células principales del semen: los espermatozoides. Por otro lado, funcionan como unas glándulas de secreción interna que producen las hormonas, que son unas sustancias que hacen posible la activación de las funciones sexuales masculinas. Una de las hormonas más importantes es la testosterona.
Esta singular fábrica empieza a ponerse en marcha a partir de la pubertad y, desde entonces, bajo el control de la hipófisis, seguirá trabajando sin cesar durante toda la vida.
Los testículos son como fábricas que trabajan continuamente para producir hormonas y espermatozoides, aunque no exista actividad sexual.
¿Cómo son?
Los testículos tienen forma de huevo y están protegidos por varias cubiertas de membrana y piel. Como ya dijimos al explicar el aparato genital externo, la parte protectora que queda más a la vista es el escroto.El tamaño varía de una persona a otra, pero en general suelen tener la apariencia de una ciruela y son lisos y duros. Es normal y frecuente que el izquierdo esté más bajo que el derecho. Si se tocan con los dedos se deslizan como si fueran bolas de cristal. Son sumamente sensibles a los golpes y las presiones.El interior del testículo está formado por infinidad de pequeños conductos -túbulos seminíferos- que se unen a otros más grandes los cuales se amontonan en el epidídimo, un órgano en forma de media luna, situado sobre el testículo. Desde los túbulos seminíferos, los espermatozoides inician un viaje en dirección al epidídimo. Desde aquí, y por el conducto deferente, pasan a la ampolla seminal y, luego, a través de la próstata, llegan al pene hasta encontrar la salida por el meato urinario.Una curiosidad en torno a los testículos: a veces suben y bajan. ¿Por arte de magia? No. Puede ser debido a la acción de diversos estímulos, como el frío, la excitación sexual o simplemente el tocarlos. Esto ocurre al contraerse los músculos del escroto. Es algo normal y no hay que preocuparse, ya que luego vuelven a su posición habitual.No es conveniente llevar pantalones o calzoncillos demasiados ajustados o de fibras sintéticas, ya que su uso prolongado puede elevar la temperatura de los testículos, cosa poco recomendable para su perfecto funcionamiento.
Los epidídimos:
Ya los hemos mencionado al hablar de los testículos. Decíamos que tienen forma de media luna. También podríamos añadir que están situados en la parte de atrás, encima del testículo, por eso se llama epidídimo («sobre testículo») y precisar que, en realidad, no son una parte de los testículos, sino unas estructuras formadas por el apiñamiento de pequeños tubos. Constituyen el primer segmento del conducto espermático. Se dividen en tres partes: cabeza, cuerpo y cola. El epidídimo tiene su continuación en el conducto deferente, una estrecha vía que va a parar a las vesículas seminales, lugar donde se produce el líquido necesario para que los espermatozoides sigan vivos y en movimiento. Debajo de la vejiga urinaria se encuentra la próstata, que tiene una función similar a la, vesícula seminal.
Los conductos deferentes
Son dos canales por los cuales los espermatozoides que han madurado inician el ascenso hacia las vesículas seminales. Los conductos deferentes entran en la próstata para desembocar en la uretra, que está conectada con la vejiga urinaria y con las vías genitales. Gracias a un sistema de válvulas, la próstata regula la emisión de la orina o del líquido seminal.Los espermatozoides maduros ascienden por los conductos deferentes para instalarse en las vesículas seminales.
Las vesículas seminales
Son unos saquitos situados debajo de la vejiga urinaria. Su misión consiste en acoger a los espermatozoides maduros. Las vesículas seminales se encargan de fabricar un líquido viscoso, llamado porción seminal, para que los espermatozoides puedan nutrirse, protegerse y desplazarse con facilidad.La vesícula seminal proporciona a los espermatozoides un líquido viscoso que les sirve de protección y alimento.
La próstata:
Es una glándula masculina que se encuentra situada entre la vejiga de la orina, la uretra y el recto. En la próstata confluyen la vía seminal y la urinaria. A partir del punto de confluencia, la trayectoria del semen y la de la orina por la uretra hacia el exterior es la misma. Recordemos que nunca llegan a juntarse ambos líquidos, ya que existen unas válvulas que abren o cierran el paso, según convenga.La próstata segrega un fluido viscoso y blanquecino muy parecido al líquido seminal. Ambos líquidos, junto con los espermatozoides forman el semen. El semen es el líquido blanco y denso que se expulsa a través de la uretra cuando se produce la eyaculación.
La próstata fabrica un líquido llamado porción prostática que protege, alimenta y facilita la movilidad de los espermatozoides.
La uretra:
Antes hemos hablado de la próstata. Pues bien, encima de ella está situada la vejiga donde se acumula la orina. Ésta se vierte en la uretra, que es un conducto que atraviesa la próstata hasta llegar al final del glande, donde se ensancha, formando el meato urinario, que es por donde sale la orina o el semen.La uretra conduce el semen o la orina hacia el meato urinario para expulsarlos hacia el exterior.
Las glándulas de Cowper:
Debajo de la próstata hay dos pequeños órganos que reciben el nombre de glándulas de Cowper. Su función es la de segregar un líquido que se vierte en la uretra cuando se produce la excitación sexual. Esta secreción limpia la uretra y la lubrifica dejándola preparada para la eyaculación. Hay que tener en cuenta que esta secreción puede contener espermatozoides, por tanto, si hay penetración, puede haber embarazo aunque la eyaculación se produzca fuera de la vagina.
Los espermatozoides:
Los espermatozoides son las células reproductoras masculinas. Los que ya han madurado se componen de cabeza, cuerpo y cola. Cuando se unen al óvulo tienen la capacidad de formar un nuevo ser. Al originarse, los espermatozoides son células demasiado grandes para recorrer el largo camino que les llevará hacia el Óvulo. Pero este problema se resuelve a medida que maduran, ya que pierden la capa de grasa que los rodea y generan una cola para poder desplazarse con agilidad.
Por lo general, los espermatozoides pueden mantenerse activos unos tres días dentro del aparato genital femenino. No obstante, se han encontrado algunos vivos en el cuello del útero ocho días después de la eyaculación. Tardan más de setenta días en madurar. Es en este momento cuando inician el ascenso desde los testículos para juntarse con las porciones seminales. Se calcula que en cada centímetro cúbico de semen hay unos veinte millones de espermatozoides. Existen diversas circunstancias que pueden alterar la concentración de espermatozoides: el estrés, la frecuencia de las eyaculaciones, la alimentación, etc.El semen o esperma es un líquido libre de bacterias. Está compuesto por los espermatozoides, la porción seminal y la porción prostática.Los espermatozoides inician una veloz carrera que va de los testículos a la ampolla seminal, desde donde pasan al pene a través de la próstata.